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Historias de la comunidad - Jennifer

Historias de la comunidad: La vida durante COVID-19

Nuestra próxima historia proviene de Jenny Yordy, patrocinadora de GPL y directora de desarrollo en The Window:

Mi nombre es Jennifer Yordy. He vivido en Goshen durante 12 años. Actualmente trabajo en The Window en Goshen. The Window ofrece comidas, despensa, armario de ropa, junto con muchos otros servicios para aquellos en nuestra comunidad que están luchando para llegar a fin de mes. Tengo tres hijos. Hemos utilizado mucho la GPL a medida que crecían. Solíamos asistir a las horas de lectura y manualidades cuando eran pequeños. Lo usamos para proyectos de investigación para 4H. Nos encantan los programas de lectura de verano. Hemos pasado muchas horas sentados y disfrutando de los libros en GPL

Evidentemente, el cierre de la biblioteca afectó nuestras vidas. Lo echamos mucho de menos. Vi las noticias mucho durante todo el tiempo. La vida definitivamente no es normal. Soy extrovertida y me encantan las grandes reuniones. Realmente extraño a la comunidad ... incluso solo el tiempo sentado en The Brew con el ruido de todos a mi alrededor.

El trabajo es diferente ya que la gente no puede entrar a The Window en este momento. Extraño esas conversaciones. La escuela es diferente para los niños. No pueden ver e interactuar con amigos como suelen hacerlo. Puedo ver que está pasando factura, las interacciones son simplemente diferentes. Creo que nos quedamos en este lugar donde no conocemos el nivel de comodidad de la persona que conocemos en público. Hay un momento incómodo en el que estás debatiendo si abrazar, chocar los cinco, golpear el puño o simplemente permanecer a 6 pies de distancia. Es simplemente incómodo.

Me ha sorprendido lo divisivo que puede ser un virus. Me ha sorprendido cuánto puede afectar un virus a la sociedad. Me ha sorprendido ver cómo todos lidiamos con el estrés de manera diferente y surgen todo tipo de emociones.

Lo que extraño de antes es la comunidad y las personas. Extraño el bullicio de la gente los miércoles por la mañana en The Brew. Extraño ver amigos allí. Extraño sentarme alrededor de una mesa con mis amigos para estudiar la Biblia. Extraño los primeros viernes. Extraño la vida que ilumina el centro, cómo todos llegamos al centro y disfrutamos de la compañía de los demás. Extraño caminar por la tienda y no preocuparme por maniobrar con la gente. Extraño la amabilidad de las personas que no se inhiben con un nuevo conjunto de reglas. Extraño que los clientes estén en The Window. Extraño la electricidad de la gente de allí. Extraño a la gente que viene y charla sobre la vida. Extraño no tener que pensar en cuáles son los requisitos del negocio al que me dirijo. ¿Tengo que usar mascarilla? ¿Tengo que ordenar con anticipación? ¿Puedo entrar? ¿Tengo que contar cuántas personas hay adentro y esperar afuera?

¿Qué cambios puedo imaginar en el futuro? Sinceramente, espero que todo vuelva a la normalidad. Extraño lo normal.

 

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